domingo, 3 de abril de 2011

THE GAME

Silencio.
No hables ahora
Calla.
No me nombres
Quieto.
No me toques
Aguarda.
Espera mi llamada

Acostada, mi desnudez aclama
Mirame.
Mis curvas insinuan con sutileza
Adorame
Mis labios aguardan ansiosos tu miel
Besame
Mis manos se confian sobre tu piel
Poseeme

Sentía todo su peso encima de mí, mis pechos casi no podían soportar aquel extra y se quejaban, pero no me impedían seguir, queria seguir. De vez en cuando elevaba su cuerpo ligeramente y podían respirar un poco. Él, aprovechaba aquellos espacios intermedios para pellizcar mis pezones levemente. Era en esos espacios, cuando sentía mucho más el roce de su sexo sobre mis nalgas, ya no soportaba más el juego. Quería más, lo quería todo. Quería gritarle, hazme tuya ya! pero al mismo tiempo deseaba esa tortura, esa impaciencia que me intranquilizaba me producía también un extasis brutal. Sus gemidos sobre mi nuca absorvian mi respiración, el delirio se acercaba cada vez más. Cuando me sentí llena por fin, la satisfacción inundó todo mi cuerpo, desatando una locura incontrolable. Apenas podía moverme, él llevaba el ritmo de aquel baile, él decidia a su antojo su placer y el mío. Así lo dispuse yo ese día, así quise yo que fuera, así quiero que sea.

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